domingo, 29 de mayo de 2011

Spotless.

Clementine: Joely? What if you stayed this time? 

Joel: I walked out the door. There's no memory left. 
Clementine: Come back and make up a good-bye at least. Let's pretend we had one. 

sábado, 28 de mayo de 2011

Se fue.

¿Y si te dijera que ya no recuerdo la última vez que hablé contigo? Tu voz se ha convertido en un sonido desconocido. En realidad, todo tú resultas irreconocible. O quizás yo creí ver en ti una persona que jamás ha existido. Te reías de mí y me tildaste de exagerada cuando te dije que sabía que ibas a desaparecer. Inventaste mil formas de convencerme de que las cosas no iban a cambiar, que eras una persona que sabía organizar su vida y que tenía muy clara la importancia de las amistades y no las querías perder. Te inventaste mil mentiras y finalmente olvidaste tus principios. Si pudieras, por un minuto, pararte a pensar en todo lo que estás perdiendo segundo a segundo, te replantearías muchas cosas, y estoy segura de que ese momento llegará, pero seguramente será tarde. Si quieres quedarte, no mientas, sabes perfectamente que jamás he soportado la falta de transparencia.  Si vas a abandonar, abandona, pero di adiós antes.




"Pregúntale qué añora
y en qué piensa cuando llora.
Pregúntale si el tiempo
cambia o sigue lloviendo."

jueves, 26 de mayo de 2011

Sinsentido.

Como un árbol que presiente como se aproxima el invierno pero duda de si deshacerse de sus hojas para poder sobrevivir. Como una flor que se esfuerza por crecer en el desierto aun sabiendo que la ausencia de agua la puede marchitar. Como si la alegría tratara de abrirse paso a toda costa pero tomando miles de caminos y todos sin un final definido, tropezándose continuamente por no saber, o no querer, andar mirando al suelo.



“Como un vaso después de beber el trago más dulce.”

domingo, 22 de mayo de 2011

Transición.

La inspiración se esfumó deprisa, junto con todos aquellos sentimientos que murieron nada más nacer. Trató de convencerla de que se quedara, pero era una amante difícil y huyó del vacío que volvía a crecer en su interior. Las transiciones siempre le habían resultado demasiado duras, épocas en que los labios sonreían y el alma los observaba curiosa, preguntándose el origen aparentemente inexistente de ese impulso. Ni amor, ni odio, ni tan siquiera tristeza. Soñaba con ellos y, al despertar, el corazón congelado y un cuerpo en movimiento que le confirmaba que seguía viva.




Que caiga el telón, que se borre el maquillaje, y se dejen ver desnudos los protagonistas de esta función. 

lunes, 16 de mayo de 2011

Resurgir.

Ya anciano, cansado, se despertó otra mañana y se limitó a mirar por la ventana, como había hecho durante muchos años, cada amanecer. Gentes que se desplazan de un lado a otro, que gritan, que compran, que venden. Caras tristes, desquiciadas, sin brillo y, de vez en cuando, quizás no con suficiente frecuencia, una sonrisa. Niños que lloran, que piden, que abrazan y que juegan. Todo junto en la misma avenida y el mismo parque, prácticamente invariables a pesar de que el tiempo no se para y las cosas deberían cambiar más de lo que lo hacen. Cambiar… A lo largo de su vida había tomado muchas decisiones y, todas y cada una de ellas, le habían llevado a lo que hoy era: un hombre cansado, pero feliz. Nadie podía arrebatarle las experiencias que cargaba sobre sus espaldas y la claridad con la que veía cada aspecto de su vida. Saber lo que quería le había costado muchas lágrimas, tanto antes como después de ser consciente de ello.

Apartó un poco más las cortinas para ampliar su panorámica. Confusión, indecisión, eso era lo que marcaba la vida de esas personas. Contradecirse constantemente por tener miedo a perder, a equivocarse. Qué sencilla sería la vida si todo el mundo fuera consecuente con cada decisión, si la culpabilidad solamente apareciera cuando ocurriera realmente algo inesperado, y no con cada estupidez que cualquier ser humano puede cometer. Errores… Aferrarse al dolor había sido uno de ellos durante una larga época, cuando la soledad asustaba y la precipitación se sucedía una vez tras otra: palabras no pensadas, sentimientos malinterpretados, orgullo inútil que sólo hizo que complicarlo todo, entrelazando fuego y agua hasta conseguir apagar la llama de su corazón. Pero como el ave Fénix, uno siempre es capaz de resurgir de sus cenizas y la tranquilidad de saberse a día de hoy conocedor de todos sus límites lo hacía un viejo sabio y satisfecho de su existencia. Tan sólo era cuestión de confiar en que, algún día, las generaciones se preocuparían un poco más de escucharse las unas a la otras y aprenderían que, a pesar de todas las inclemencias que puedan sucederse a lo largo de las estaciones, siempre existe un techo, nuestro propio techo, bajo el cual uno puede reconstruir su vida y empezar a ser feliz.



“Aquel que ya perdió algo que daba por hecho (algo que ya me ocurrió tantas veces) al final aprende que nada le pertenece. Y si nada me pertenece, tampoco tengo que perder mi tiempo cuidando cosas que no son mías; mejor vivir como si hoy fuese el primer (o el último) día de mi vida.”

sábado, 14 de mayo de 2011

La última lágrima.

Un espagueti crudo pegado con celofán en el armario. Una promesa vacía, silenciosa, que se rompe incluso antes de ser pronunciada. Palabras que hieren, que rompen el alma, que preferiría no haber escuchado nunca. Y es que “te vas y no te vas y, cuando vienes, rezo para que los trenes se equivoquen de estación”. 

viernes, 13 de mayo de 2011

Luce la oscuridad.

Brilla la luna, parpadean las estrellas, duermen las ideas, pero no los sueños. Siempre supo que la noche estaba hecha para ella. La soledad en la oscuridad, los pensamientos lúcidos y la imaginación saltando fuera de lo establecido. La noche, su fiel compañera durante los últimos años, dueña de las lágrimas de frustración por llegar siempre tarde y de los reencuentros con su alma. ¿Y qué haría yo sin ella? Sin su tranquilidad inquietante, su silencio ensordecedor, su pasión fría y su compás arrítmico. Me busco y me pierdo entre sus horas, durante las cuales he sido niña, esposa, amante y mujer desconsolada.

Tiempo al tiempo dije siempre, pero la espera se prolonga demasiado y la impaciencia hace mella en los que nacimos con el alma inquieta, curiosos por nuestro alrededor, ansiosos por aprovechar cada segundo de nuestro tiempo y descubrir personas, lugares, sensaciones que apacigüen los latidos sofocados de nuestro corazón. Y es que esta vez no pienso esperar al tiempo porque él nunca se paró a esperarme.


“Tú que tanto has besado
tú que me has enseñado,
sabes mejor que yo que hasta los huesos
sólo calan los besos
que no has dado,
los labios del pecado.”

miércoles, 11 de mayo de 2011

Volver.

Sentir la energía, las ganas de moverse, de vivir, de conocer, de hacer y deshacer, de gritar, bailar y cantar, tras mucho tiempo dormida. Entender que, durante la vida, las personas han de pasar muchas y distintas etapas, pero todas llegan a su fin y acaba prevaleciendo la verdadera y única esencia, el yo invariable, aquello que te caracteriza.

Me he sentido extraña estos últimos meses. Tenía la necesidad de reencontrar el camino, frenar un poco esta corriente incesante de caídas y recuperaciones, de olvido entre humo y alcohol, de dejar para mañana todo aquello que hoy me hacía daño. Y sé que este silencio de algún modo te ha hecho sentir sola, que me has creído perdida y quisiera pedirte disculpas por ello. Me alegra que hayas sabido esperarme y que continúes dispuesta a compartir muchas risas más conmigo.

Quiero verte feliz, llena de alegría, ayudarte a curar cada herida para la que no haya tenido palabras de consuelo cuando las necesitabas. Sentirme una parte importante de tu vida porque tú eres demasiado imprescindible en la mía. Soñar y planear, es más, hacer mil cosas nuevas. Recuperar el tiempo perdido.

Te quiero marida, jamás lo olvides :)

jueves, 5 de mayo de 2011

Olvido.

Nací con la suerte o, como al final siempre concluyo, desgracia, de difuminar el pretérito y convertirlo en meras cenizas que me impiden reconocer qué hubo antes del fuego. Todo se quema dentro de mi cabeza y, sin quererlo, siempre acabo temiendo que todo sea demasiado efímero, que los recuerdos se borren antes de haber podido grabarlos, y las palabras desaparezcan tan rápido como fueron pronunciadas. 


"Es el dolor de ser consciente de que el amor no es suficiente y nada dura eternamente".

martes, 3 de mayo de 2011

Recuerdos.

Tic tac tic tac. Los segundos no paran de avanzar mientras mi cabeza se queda atrás, demasiado atrás, cuando todo parecía imperturbable y la vida abría puertas que hoy se cierran. No es tan fácil, siempre te lo he dicho. Me hubiese gustado que todo fuera distinto, que esa complicidad que nos unió al principio hubiera conseguido paralizar mi vida, para más tarde darle el sentido que pocas veces ha tenido. Pero la realidad raramente tiene algo que ver con los sueños, y a idealizadora pocas personas me ganan.

Y te veo feliz y en lo más profundo de mi corazón me alegro, aunque los miedos me impidan afrontar con optimismo la situación. Trato día tras día de hacerle caso a esa parte racional que hace años dejé olvidada para sentirme más viva, y que hoy nuevamente me hace falta para no caer en la falsa conclusión de que voy a quedarme para siempre sola.

Recuerdo ya casi con nostalgia las horas entre abrazos, caricias, piques y risas. Las carcajadas que salían del fondo del alma, las noches de conversaciones interminables. Las mañanas cuando, cogiendo el ascensor, me daba la sensación de bajar del cielo al infierno. Y volver al lunes, a la rutina.

Todo es tiempo. Perdóname por empezar a echarte de menos cuando aún no te has ido.